CONTEXTO

El 26 de noviembre del 2019 Albania fue golpeada por el terremoto más fuerte en los últimos 40 años. El saldo de víctimas fue muy triste: 51 muertos, 3.000 heridos. A estos datos se deben sumar 10 mil personas que perdieron su casa, de los cuales varios centenares están imposibilitados a encontrar un albergue alternativo a causa de la especulación inmobiliaria provocada por la reducida cantidad de edificios habitables.

A solo 10 km del epicentro del sismo se encuentra Laç, una ciudad pequeña de 17mil habitantes sede de la más antigua comunidad católica albanés. Laç también se caracteriza por la presencia de un antiguo santuario dedicado a San Antonio, símbolo de la fe y ecumenismo de la Iglesia local, renacida desde los años ’90 y después de 23 años de “ateísmo de Estado”. Esta región también sufrió gravemente por el terremoto, que afortunadamente no causó daños al Santuario.

EL PROYECTO 

Los frailes menores, responsables del Santuario de Laç, de inmediato instalaron un centro de acogida donde se ofrece hospitalidad y atención médica a las personas que se encontraron repentinamente de frente al invierno sin una casa. Al mismo tiempo activaron un servicio a domicilio para proveer alimentos y asistencia sanitaria a los más necesitados. Sin embargo, su actuación es insuficiente en relación con el número de personas en esta frágil situación. Por este motivo, además de potenciar los servicios ya ofrecidos, los frailes han iniciado una recaudación de fondos para la reconstrucción de viviendas destinadas a los más necesitados.